Ir al contenido principal

Infancia, J.M. Coetze (Literatura Random House)

A lo largo de la breve historia de este blog hemos hablado en numerosas ocasiones de los reencuentros literarios. No obstante hay una sección exclusivamente dedicada a ellos: Relecturas. En ella os cuento la experiencia que supone volver a leer un libro. Casi nunca es en vano, siempre sacamos algo enriquecedor, casi siempre descubrimos cosas nuevas, o simplemente disfrutamos de la experiencia de volver a disfrutar del mismo libro, con el placer añadido de la elección a conciencia, como el que escoge un bombón concreto de una caja llena de variedades porque sabe que es ese el que le gusta, dejando para otro momento el descubrimiento de nuevos sabores.
 
Hoy voy a hablaros de otro tipo de reencuentros. Ocurre cuando lees el libro de un autor y la lectura causa en ti un gran impacto. Tanto que el recuerdo no hace sino hacer crecer esa experiencia, haciendo que tengas en gran consideración al citado escritor y a su obra. Aunque sólo hayas leído un libro suyo.
 
Las circunstancias, lo intenso de la experiencia o el puro azar hace que no vuelvas a leer nada del autor en años. Ya le has leído y simplemente no te planteas seguir leyéndole (la vida de un lector está llena de libros no leídos, algún día hablaremos de cómo esos libros no leídos construyen una parte importante de nuestra historia, nos definen). Pero un día aparece un segundo libro. He ahí el reencuentro.
 
Esto es lo que me ha pasado con J.M. Coetze. En su día quedé fascinado con su libro Desgracia, una novela dura y áspera que contaba en forma de ficción muchas de las complejidades de la sociedad sudafricana, sociedad que despierta en mi un enorme interés. El racismo en multitud de variantes (negros con blancos, blancos con negros, blancos con blancos) o los enormes contrastes entre la sociedad urbana y la rural son sólo algunos de los trazos que conforman el fascinante cuadro de un país que parece representar un trozo de Europa a la deriva en la inmensidad del Sur de África.
 
J.M. Coetze
 
 
Impulsado en parte por el blog, me encontré con esta asignatura pendiente, y he comenzado con enorme interés la lectura de la trilogía autobiográfica del autor: Infancia, Juventud y Otoño, en las que narra en tres actos su vida hasta la actualidad. Hoy os presento su primer libro: Infancia.
 
 
Portada de Infancia


En Infancia, Coetze (Premio Nobel de Literatura en 2003) narra las primeras experiencias vitales de un niño de 10 en Worcester, pequeña localidad sudafricana. No se trata realmente de un relato autobiográfico al uso. El autor narra en tercera persona, de manera aséptica y sobria, sin un ápice de carga emotiva (algo que podría presumirse de cualquier relato autobiográfico).
Esta distancia intencionada tiene un doble efecto: por un lado permite al autor poder contar episodios de su propia vida difíciles de contar de otro modo. Una relación de profundo amor (y de profundo odio) con su madre, un padre al que, aunque presente, no le considera parte de la unidad familiar, un colegio que representa un espacio de aprendizaje traumático para el protagonista..; por otro lado, la historia que cuenta el autor con la excusa de su propia experiencia infantil es la historia de un país: los conflictos étnicos y religiosos, su controvertida estructura social y política, la importancia de las granjas, auténticos tótems familiares, sociales e históricos sobre las que gira todo un territorio y que encuentra pocos parecidos con la realidad occidental que conocemos.

Infancia es, con todo esto, un relato autobiográfico estremecedor y único en la literatura. En este libro he vuelto a reencontrar la dureza y la pureza técnica del discurso narrativo de Coetze, y supone un punto de partida difícilmente superable en los libros que le siguen y que cierran el círculo biográfico que conforman el resto de la trilogía.
 
Sin duda continuaré este reencuentro literario leyendo Juventud, en el que, por lo que he podido leer, el autor continúa su particular relato vital con sus vivencias fuera de Sudáfrica (en Inglaterra) y en el que narra sus primeros pasos hacia lo que se ha convertido: uno de los más notables escritores vivos de la segunda mitad del siglo XX.
 
Te animo a que leas a J.M. Coetze si no le conoces. Si te gustan los relatos autobiográficos quedarás maravillado con un autor que ha reinventado el género autobiográfico, utilizándolo para explorar sus propios recuerdos como motor de su contexto histórico y geográfico, acercándonos a su infancia (y a la nuestra) con la sencillez literaria propia de las obras maestras, donde lo difícil parece muy sencillo, característica que comparte con las grandes creaciones, aquellas que pareciendo fáciles de alcanzar están al alcance de unos pocos elegidos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Subsuelo, Marcelo Luján (Salto de Página)

Aún conservo el recuerdo, fresco como cuando ocurrió, de los hallazgos literarios que han marcado mi vida. Aunque depende de cada experiencia personal, estos descubrimientos suelen ser pocos, tres, cinco, una decena tal vez, pero describen muy bien la relación de un lector con la literatura, con su literatura. Este itinerario está formado for libros-brújula que nos ayudan a trazar el camino hasta el siguiente. No se trata de encontrar libros que nos gusten, que nos enamoren, que nos hagan ver la vida de otro modo tras su lectura. Los libros-brújula son la vida misma, más que transformarla la definen. Nos definen. Mis libros-brújula. La buena letra, Marinero en tierra, Últimas tardes con Teresa, El Aleph. .. Cada uno ocupa un lugar, una trascendencia propia, personal. Sólo comparten entre sí su condición de imprescindibles para aquellos que quieran conocer mi ser como lector. Y de repente Subsuelo . De repente este libro de Marcelo Luján que remueve los cimientos. Esos ci...

Pequeños pies ingleses, Marcelo Luján (Talentura)

Explorar la obra anterior de un autor tras el primer descubrimiento es un ejercicio fascinante para sus lectores, especialmente cuando el primer encuentro ha sido revelador, deslumbrante. Esta exploración nos permite entender el origen, el camino recorrido, supone una explicación a la propuesta narrativa con la que le hemos conocido. Si, como en el caso que nos ocupa, descubrimos unos antecedentes literarios inesperados, divergentes con respecto a la obra conocido, el camino es doblemente enriquecedor. Tiene mucho que ver con un recorrido literario que cuenta una historia de búsqueda personal. El escritor quiere, ante todo, contar una historia que muestre quién es, o quién anhela ser. Y el modo de contarlo nos dice a menudo mucho más del propio autor que la historia en sí misma. Buscando obras anteriores a Subsuelo, la magistral y turbadora historia sobre la muerte y el pasado de Marcelo Luján (Salto de Página) llegamos a esta curiosa obra firmada años atrás por el autor, Pequeños...

Resistencia, Scott Kelly (Debate)

" ... (de todos los riesgos asociados a mi condición de astronauta) nada puede compararse con el riesgo más inquietante: el de que algo malo pudiera sucederle a algún ser querido mientras estoy en el espacio, sin forma alguna de volver a casa." Me encanta compartir con vosotros una de las lecturas más estimulantes de los últimos meses. Resistencia, de Scott Kelly, es el testimonio en primera persona del astronauta que estuvo en el año 2015 un año en el espacio. Su experiencia en la Estación Espacial Internacional la transformó en uno de los libros más importantes que existen en torno a la relación del ser humano con la aventura espacial. Reconozco mi fascinación por la profesión de astronauta (¿quién no ha soñado con serlo y al menos jugado a serlo?) y Resistencia es probablemente -con permiso de algún otro que mencionaré después- el libro que mejor describe qué supone ser astronauta, qué motiva a serlo, a qué se renuncia. Es difícil resumir en unas pocas líneas todo lo que ...