Muchas cosas buenas había oído y leído de este libro. La brillante reseña de nuestra amiga @ruth y su generosidad nos han permitido disfrutar de esta obra, una bellísima rareza en el universo literario actual.
Portada de Sabía leer el cielo |
Sabía leer el cielo recoge testimonios, fragmentos vitales, de los emigrantes irlandeses que viajaron a lo largo del siglo pasado a Inglaterra en busca de un futuro mejor. Como casi siempre (en lo que acaba siendo una constante de los que dejan su tierra con un sueño en la mochila) lo que les espera dista mucho de lo buscado.
La pluma de Timothy O’Grady transforma los testimonios en narrativa poética, dando vida y voz a esos que piden ser escuchados y casi nunca encuentran quien lo haga. Aquellas que buscan, a veces en vano, un espacio propio que les recuerde a la tierra y a la casa que dejaron atrás. A los que construyen su futuro lejos de la tierra que les vio nacer.
Las bellísimas fotografías de Steve Pyke dan forma a esas voces y ponen rostro en un hermoso blanco y negro convirtiendo el relato en un fresco donde el texto y la imagen se funden y se graban en nuestra memoria.
Este libro se convierte en el relato necesario de los inmigrantes del mundo y nos obliga más que a escucharles y a entenderlos, a sentir que somos parte de ellos. Buscar una vida negada en nuestros lugares de origen forma parte de aquello de lo que podemos ser protagonistas en nuestro futuro incierto.
Timothy O’Grady y Steve Pyke |
Por eso es bueno sentirnos parte de los débiles, dejar nuestro espacio de privilegios obtenidos por puro azar y, desde esa premisa, aprender a construir y construir para que las oportunidades de libertad y de dignidad sean un derecho universal. Sólo unidos podemos. Y no es un cartel electoral sino un anhelo de un futuro del que sentirnos orgullosos. A la hora de depositar nuestro voto en una urna debería ser obligatorio llevar en la mano un libro como éste, para no olvidar, para ser responsables.
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